«Económicamente no me alcanzaba ni para lo básico, mis clientes se alejaban y, aunque trabajaba mucho, no veía resultados; incluso me había endeudado. Mi salud también se deterioró: sufría hipertensión y diabetes, y llegué a ser internada por riesgo de derrame cerebral. Además, mi marido me había sido infiel. En medio de todo eso, todos me dieron la espalda.
En la Universal, antes de buscar las bendiciones de Dios en este lugar, comprendí que recibir el Espíritu Santo era todo. Así que decidí cambiar según Su Palabra: perdoné a mi marido y me aparté de quienes me hacían daño. Así fue como limpié mi interior para Él.
Cuando renuncié a todo diciéndole: “Aquí estoy, no quiero seguir el camino de antes”, la presencia de Dios llegó y me transformó. Fue algo tan hermoso, Él quitó todo lo que me dañaba.
Mi familia e incluso mis clientes notaron que ahora transmitía paz. Después de cada voto de fe, mi vida se fue destrabando: sané, llegaron nuevos clientes y mi esposo regresó a casa. La presencia del Espíritu Santo marcó un antes y un después en mi historia.» -Francisca Rojas
Reunión de Sanidad
Si estás pasando por una enfermedad, sea cual sea, puedes hacer uso de tu fe para determinar el bienestar de tu salud.
Te invitamos a participar en la Reunión de Sanidad. El encuentro tiene como objetivo enseñar a las personas a usar su fe para cambiar su situación de salud. Te esperamos todos los martes, especialmente a las 7 p. m., en la Universal más cercana.
(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, sin demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.