¿Preparado o distraído?

Departamento Web 2
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Vivimos en un mundo en el que cada vez se crean más formas de entretenimiento. Todos los días sale algo nuevo: películas, telenovelas e inteligencia artificial. Durante el Santo Culto del pasado 13 de octubre, el obispo Franklin explicó que todo lo anterior mantiene al ser humano distraído de lo que está sucediendo: catástrofes, guerras, desastres, etc.

«Si sonara en su celular la alerta sísmica, ¿qué haría? Yo me voy, pues me está alertando de un peligro inminente y hay que tomar una decisión. Quienes vivimos en un lugar extremamente sísmico, estamos siempre atentos. Los mexicanos ya tenemos preparada una mochila con los documentos importantes y una botella de agua. La gente está al pendiente de esas alertas, pero no de las señales que Dios nos está enviando», comentó.

Es como si la humanidad estuviera anestesiada, sin comprender que lo que Jesús dijo miles de años atrás está sucediendo. No obstante, en Su gran misericordia, Él nos está alertando, y la pregunta que debemos hacernos es: ¿Estoy preparado para Su regreso o estoy distraído con las cosas de este mundo? Preste mucha atención a los siguientes versículos.

«Y les habló muchas cosas en parábolas, diciendo: El sembrador salió a sembrar; y al sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en pedregales donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó porque no tenía profundidad de tierra; pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron. Y otra parte cayó en tierra buena y dio fruto, algunas semillas a ciento por uno, otras a sesenta y otras a treinta. El que tiene oídos, que oiga.» (Mateo 13:3-9).

«Ustedes, pues, escuchen la parábola del sembrador. A todo el que oye la Palabra del Reino y no la entiende, el maligno viene y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es aquel en quien se sembró la semilla junto al camino.» (Mateo 13:18-19).

Una persona no entiende lo que otra está diciendo cuando no le está prestando atención.  «Por ejemplo, yo estoy hablando, no obstante, un señor se levanta y los distrae; si suena un celular, algunos voltearán a ver. Esto pasa porque el diablo sabe que lo más importante de la reunión es la Palabra de Dios y quiere quitarle su atención».

Sin embargo, hay muchos que oyen la prédica, pero no la escuchan, porque están preocupados por otras cosas; físicamente están en la reunión, pero su mente está en otro lugar, es decir, la semilla (la Palabra de Dios) cayó junto al camino, porque la persona se distrajo. «Asimismo, cuando vaya a leer la Biblia, léala en papel, porque si lo hace desde el celular puede distraerse con una llamada, mensaje u otra cosa, y el diablo le va a robar la semilla», explico el obispo.

El Señor Jesús también habló de la semilla que cayó en pedregales, este es el caso de quien oye la Palabra y dice «qué bonito mensaje», pero eso solo es temporal, pues, cuando por causa de la fe viene la aflicción o la persecución, la persona tropieza, porque su relación con Dios no tiene profundidad para sustentarla en los momentos difíciles. El obispo explicó que, cuando uno decide entregarle su vida a Jesús, es normal que reciba críticas de sus seres queridos o de quienes le rodean, porque cambió comportamientos. «Tal vez le dicen: “En esa iglesia te están lavando el coco”, entonces diga: “Es verdad, me están quitando la suciedad que tenía y me están colocando los pensamientos de Dios”».

Y aquel en quien se sembró la semilla entre espinos, este es el que oye la Palabra, no obstante, las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas la ahogaron y no dio fruto. «Estas son las personas que buscan a Jesús solo para recibir bendiciones y, si no las recibe, maldice. También están las que, cuando son bendecidas, ya no tienen tiempo para ir a la iglesia. Dicen: “Tengo mucho trabajo”. Dios quiere que todos ustedes prosperen. El problema es cuando uno empieza a colocar sus bendiciones en primer lugar. No deje que las cosas de este mundo sofoquen su fe», comentó.

Y, por último, cuando Jesús habla sobre la semilla que cayó en buena tierra, se está refiriendo al que oye la Palabra, la entiende, e incluso, da fruto. «Porque oye y entiende, presta atención y quiere aprender, entonces Dios lo guía. Use la Palabra como base para su fe, no deje que esta sea sofocada en su interior, no se distraiga, todos los domingos traiga su Biblia para que acompañe la lectura», finalizó.

Por lo tanto, tome una decisión y fundamente su fe en lo que está Escrito, pues si pone en práctica Sus enseñanzas y persevera, producirá frutos. Es decir, su vida florecerá en todos los sentidos. 

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