«Queriendo llenar la carencia de amor, me involucré en relaciones donde me trataban mal. Al quedar embarazada, mi pareja no se hizo responsable. Sin embargo, lo que más marcó mi vida fue perder a mi niña cuando ella tenía apenas 3 años. Caí en una profunda depresión: no me daba hambre, solo quería dormir y terminé perdiendo mi trabajo. Vivía a la defensiva y culpaba a mi familia por no haberme apoyado como yo necesitaba.
Tratando de salir de esa tristeza inicié otra relación, pero solo peleábamos. Ya ni dormir podía y deseaba acabar con mi vida. Entonces, clamé a Dios por ayuda y no tardó en que alguien me invitara a la Universal. Comencé un proceso en el que, escuchando la Palabra de Dios, me motivó a usar mi fe; a pesar de que muchas ocasiones me sentía desanimada, me aferré al Altísimo y Él sanó mi interior quitando la tristeza por completo y llenándome con Su Espíritu.
La paz que recibí me ayudó a restaurar la relación con mi familia y también dejé las malas palabras. El Señor se volvió mi fortaleza en todo momento y me abrió las puertas en mi trabajo para ganar más. Gracias a Él hoy tengo una vida transformada y duermo tranquila.» -Sandra González
Hay esperanza
Si has estado triste o tienes depresión, te invitamos a participar en las reuniones del Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe, es posible superar el mal del siglo.
También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.
(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO