«Me gastaba mi quincena en alcohol»

Departamento Web 2
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«Pasaba días bebiendo, creyendo que así olvidaría mis problemas. Solo esperaba a que me pagaran la quincena para gastarla en alcohol. Tomaba todo lo que encontraba, dependía tanto del vicio que ni siquiera comía, lo hacía desde la tarde hasta el amanecer.

Mi adicción era tan fuerte que llegué a prostituirme para seguir tomando. Aunque mi familia intentó ayudarme, yo no quería, estaba tan deprimida que solo quería acabar con mi vida. Mi idea era lanzarme de un puente o provocar un accidente. Como consecuencia, terminé enferma. Me detectaron piedras en la vesícula y, debido a un mal tratamiento, desarrollé cálculos renales, el experto dijo que probablemente necesitaría hemodiálisis.

En mi peor momento, mi mamá insistió en que fuera a la Universal. Aunque le decía que sería una pérdida de tiempo, accedí a ir. Participé en las reuniones y propósitos, pero, sobre todo, atendí las orientaciones de la Palabra de Dios. Por mi fe, fui sanada, incluso el especialista se sorprendió.

Aun así, en mi interior sabía que me faltaba lo más importante: recibir el Espíritu de Dios. Por ello, dejé lo que me alejaba de Él y, a pesar de mis errores, me dio Su amor y restauró mi vida. Dejé el alcohol y hoy valoro la oportunidad que Él me dio.» -Anayeli Lima

Cura de los vicios

Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.

Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.

Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O solicita más información en nuestra agenda de direcciones.

(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO

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