«A pesar de tener una familia estable, pasábamos por muchos problemas económicos. Mi esposo era el único que trabajaba y no alcanzaba para los gastos básicos de la casa y por ello terminaba endeudándome en las tiendas, pero lo peor era que constantemente chocaban a mi esposo y le pedían dinero.
Como si eso no fuera suficiente, también enfrentaba problemas de salud. Sufría de falta de aire, un dolor intenso en el talón que me impedía caminar y una infección en un dedo que no sanaba.
Pero asistiendo a la Universal todo comenzó a cambiar, empecé a entender y practicar la Palabra de Dios, y al usar mi fe, fui sanada de todas esas enfermedades. Mi visión también se abrió: comencé vendiendo tamales y, con Dios como mi aliado, logré poner una tienda de abarrotes que hasta hoy sigue creciendo, pues todo lo que está en Sus manos se multiplica, además, trato bien a mis clientes para mostrar la transformación que el Señor hizo en mí.
Pero el mayor cambio fue interior. La presencia de Dios transformó mi forma de vivir. Aprendí a confiar en Él, a perdonar y a amar a los que me rodean; cuando recibí el Espíritu Santo, tuve la seguridad de que el Señor está conmigo, incluso cuando paso por dificultades.» -Carlota Cabriales
Aprovecha esta invitación
No te pierdas esta reunión especial. Todos los miércoles, fortalece tu alma y tu espíritu con el banquete espiritual que tendremos este día, pues sin duda, al usar tu fe, saldrás lleno de la presencia de Dios.
Te esperamos especialmente a las 7 p. m., en Av. Revolución # 253, col. Tacubaya, alc. Miguel Hidalgo, CDMX. O en la Universal más cercana.
