«A los 15 años empecé a tomar alcohol, siempre ha sido un problema en mi familia, ya no sabíamos de qué festejar, pero siempre había alcohol en la mesa. Después fueron reuniones con los amigos, aunque estaba casada, seguía con el vicio. Regresaba alcoholizada a casa y eso provocaba peleas con mi esposo. También mis hijos lloraban cuando me veían así, les prometía que no volvería a tomar, pero me llamaban mentirosa.
Teníamos trabajo estable, pero el dinero no rendía, empeñábamos nuestras cosas porque no alcanzaba ni para comer. Cuando intentaba dejar el vicio siempre volvía a tomar; luché durante 19 años, hasta que llegué a la Universal. Mi corazón se quebrantó ante Dios y Le pedí perdón. Empecé a usar mi fe para cambiar, fue difícil, pero siendo fiel a Dios, me fortaleció para no aceptar alcohol.
Entendí que, para que Dios me transformara, debía honrarlo a través de mi fidelidad y obediencia a Su Palabra, entonces Le entregué mi vida en Su Altar para que la restaurara. En el proceso, pedí perdón y me perdoné a mí misma, Dios me fue moldeando hasta que recibí el Espíritu Santo. Desde ese día me liberó por siempre de los vicios.
Mi cambio fue porque me entregué totalmente y sin dudar, dejé de hacer mi propia voluntad para hacer la de Dios. Me permitió pagar mi carro y tener la cocina que anhelaba, pero lo mejor es mi comunión con Él, porque le da armonía a mi familia, nos bendice en abundancia para comer lo que deseamos; y cuando no recibo lo que quiero no dejo de creer en Él, porque sé que todo es a Su tiempo. Su Palabra y Su Espíritu me fortalecen cuando me siento cansada.
Dios transforma cuando Le tienes fe, nadie nos puede ayudar como lo hace Él, es el Dios verdadero que transforma vidas.» -Hayde Santiago
Cura de los vicios
Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.
Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.
Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O solicita más información en nuestra agenda de direcciones.
