¿No son los verdaderos amigos los hermanos del alma?
En algunos momentos de la vida, los lazos provenientes del afecto son tan o más fuertes que los lazos de sangre. Es el amor que elegimos por afinidad y no por obligación.
Por eso, la verdadera amistad es una relación libre de segundas intenciones.
Quien piensa en lo que se puede ganar a través del «amigo» no tiene afecto por él, sino que solo quiere aprovecharse.
La amistad por conveniencia no permanece, no bendice nuestra vida, no dice la verdad sobre nuestros defectos, no jala nuestras orejas…
Para usted, ¿qué es un amigo y qué no lo es?