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Cuando la luz se enciende en nuestro entendimiento, lo poco se vuelve mucho, lo sencillo basta, el estándar deja de dictar reglas, y nos volvemos únicos. Somos diferentes, sí, pero valiosos, porque la verdad nos ha liberado de las garras de un mundo opresor, controlador, vengativo, materialista, superficial y vacío.
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