«Llegué a robar y dejar sin comer a mi familia» 

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«Desde que entré a la secundaria, me junté con malas amistades y empecé a ir a fiestas, intentando llenar mi vacío, pero ni el cigarro, alcohol o drogas, pudieron contra ese dolor interno. Era acomplejado, agresivo y grosero, de hecho, llegué a robar y dejar sin comer a mi familia para consumir mis vicios. 

En medio de tanta desdicha en mi casa, llegamos a la Universal, y aunque al principio no entendimos nada, mi familia fue mejorando, no obstante, me distancié durante algunos años. Cuando decidí regresar, a parte de las adicciones, tenía ansiedad y arritmias; mi corazón estaba dañado. Sin embargo, mi mamá estuvo perseverando, pidiéndole a Dios por mi sanidad. Pues yo tenía miedo, dudas y pensamientos de que iba a morir, pensaba que Dios no me iba a escuchar. Pero, en las reuniones me orientaron que todo dependía de mí, que con mi actitud de fe y perseverancia Él actuaría.  

Con el tiempo, dejé de usar drogas y ya no estoy enfermo, hoy tengo una vida normal. Además, el Espíritu Santo me hizo paciente y tranquilo. La razón por la que pude alcanzar una nueva vida, fue la fe y constancia de mi mamá. Por eso, no hay que darse por vencidos.» -Iñaki Montero 

Mi Familia en el Abrigo del Altísimo 

¿Cuántos hogares se encuentran destruidos, desunidos, en la miseria, con enfermedades, infidelidades y violencia? ¿Cuántos padres y madres se encuentran desesperados porque no saben cómo proteger a sus seres queridos? 

Muchos. Es por ello que el domingo 8 de octubre, especialmente a las 10 de la mañana, en la Reunión del espíritu Santo se vivirá un momento especial en el que se estará determinando con fe que haya protección, paz, armonía, amor y alegría en todos los hogares. 

Si estás buscando la protección de tu familia, no dudes en asistir, y, en la oportunidad, recibirás gratuitamente un pañuelo consagrado. 

Te esperamos en Av. Revolución # 253, col. Tacubaya, alc. Miguel Hidalgo, CDMX; o en la Universal más cercana

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