La victimización es muy común en estos días. Y las personas que juegan a la víctima suelen tener un discurso preparado sobre por qué no pueden crecer en la vida, especialmente en el sentido financiero. «No tuve la oportunidad de estudiar, soy pobre, crecí en la pobreza, nadie me motivó, soy demasiado joven, soy demasiado viejo”. La lista es grande.
Y esta actitud incluso brinda una sensación de conformismo, ya que te quitas la responsabilidad del fracaso o el éxito. Pero la verdad es que la victimización no nos lleva a ninguna parte, solo nos impide ganar.
Así lo muestra la historia bíblica de la mujer cananea: su hija estaba poseída y no parecía haber solución al problema. Acudió a Jesús en busca de ayuda y al principio fue ignorada. Muchas personas en su lugar se victimizarían, pero ella persistió y su actitud de fe logró lo que tanto deseaba (lee la historia completa en Mateo 15:22-28).
Aquí hay 3 actitudes que la hicieron llegar a la respuesta y que necesitas aprender.
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No te adaptes a la situación
La victimización hace que una persona se adapte a la situación en la que vive y crea razones por las que no puede ganar.
Hay dos formas de reaccionar a las noticias negativas, a los «no». Adaptarse y buscar excusas para fracasar o creer en tu capacidad y en Dios. Si una persona se indigna, se aferra a la certeza de que Dios está con ella y lucha, su historia será otra.
Persevera en silencio
Incluso si luchas y haces todo bien, ¿las cosas empeoran? ¿Dios parece estar en silencio? Las cosas tampoco salieron como quería la mujer cananea. Probablemente imaginó que Jesús enviaría a alguien a su casa para orar y liberar a su hija. Pero ella fue sanada instantáneamente, con una palabra, por perseverar e insistir.
Así que, ¿perseverarás o te rendirás en medio de la dificultad? Si estás haciendo lo correcto, obedeciendo, la respuesta llegará pronto. Dios quiere que insistas aunque las cosas no sucedan a tu manera.
No confieses la derrota
Aún teniendo motivos, en ningún momento aquella mujer confesó la derrota. E incluso fue abusada la forma en que el Señor respondió.
Hay momentos en los que necesitas cobrarle a Dios por lo que está escrito en la Palabra. Nadie sabe cuáles serán las luchas que vendrán este año, pero ten certeza de que con Dios las vencerás todas.
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¿Lo sabías? ¿En dónde está su enfoque?
