«Fui rechazado y tuve noviazgos que no funcionaron; en uno hubo agresiones mutuas, y eso me llenó de resentimiento contra las mujeres. En casa también había problemas y yo explotaba de ira. A veces aparentaba estar bien, pero lloraba, me encerraba y tuve pensamientos suicidas. Mi mamá comenzó a ir a la Universal y, con mucha fe, llevaba mi foto y pedía a Dios por mí.
Por su persistencia, un día acepté acompañarla y entendí que no era un caso perdido, el Señor Jesús me estaba dando una oportunidad de ser feliz. Las cosas no fueron sencillas, enfrenté enfermedades y tuve que abandonar mi orgullo, pero finalmente le entregué a Dios todo mi dolor. Por esa actitud, pude recibir el Espíritu Santo, el único que pudo transformar mi carácter y arrancar la tristeza. Hoy, gracias Él, tengo la fuerza para seguir adelante.» -José Hernández
Hay esperanza
Si has estado triste o tienes depresión, te invitamos a participar en las reuniones del Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe, es posible superar el mal del siglo.
También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.
(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.

 
  
  
  
 