Aunque cualquier momento es el ideal para hacerlo, se dice que la fila para hablar con Dios es más corta en la madrugada. Algunos beneficios de este horario son:
- Las probabilidades de que alguien te interrumpa son muy bajas
- No estás ajetreado(a)
- El límite de tiempo lo estableces tú
Ahora bien, si previamente tomas en cuenta los siguientes consejos, tu experiencia puede ser todavía mejor:
- Levántate algunos minutos antes para refrescarte, así evitarás dormirte a mitad de la oración
- La intensidad es lo de menos, lo que le importa a Dios es la sinceridad. Por ello, ora en un volumen considerable para que no despiertes a los demás
- En cuanto a la posición, lo recomendable es no hacerlo de rodillas o en una posición que te provoque sueño. En todo caso, es mejor de pie
Cabe decir que orar en las madrugadas es una prueba de amor y sacrificio, el Señor Jesús dijo: «Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan» (Proverbios 8:17).