Dios es totalmente justo. En todo lo que Él hace, hay equilibrio, propósito y perfección. Sin embargo, entre tantas obras grandiosas, una se destaca como la mayor de todas: el bautismo con el Espíritu Santo. Este es el mayor acto de justicia divina, una promesa viva que el propio Dios cumple en la vida de quienes lo buscan con sinceridad.
La justicia está más cerca de lo que imaginas
Esa justicia no está lejos. Al contrario, está lista para manifestarse en quien la desea de forma intensa y verdadera. No obstante, se necesita más que palabras: se requiere sed, entrega y valentía para sacrificar los «porqués» que aún pesan en el corazón. Quien decide confiar en Dios, incluso sin entenderlo todo, demuestra una fe madura y consciente. Y esa fe, sin duda, atrae la justicia del Altísimo.
Entrega tus «porqués» en el Altar
En la Biblia, vemos que Job también pasó por este proceso. Él afirmó: «Cuando esperaba yo el bien, vino el mal, cuando esperaba la luz, vino la oscuridad.» (Job 30:26). Durante meses, cuestionó a Dios sin entender el motivo de tanto sufrimiento. Pero, al mantenerse fiel, descubrió el propósito de todo lo que enfrentó. De la misma manera, quien entrega sus cuestionamientos en el Altar recibe fuerza para seguir adelante y, después, entiende el «para qué».
Participa este miércoles
Por eso, este miércoles 16 de julio, especialmente a las 7 p. m., participa en la reunión especial que se llevará a cabo en el Templo de los Milagros: Av. Revolución # 253, col. Tacubaya. O bien, te esperamos en la Universal más cercana, para localizarla, ingresa a localiza.universal.org.mx
No lo postergues. Esta puede ser la noche de tu transformación.
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