«Era tanta mi tristeza que morir era mi única salida»

Departamento Web 2
1 Min Read

«Al tener una mala relación con mis papás, se generó en mí una sensación de soledad, sentía un vacío interno y, a su vez, esto me trajo problemas de autoestima. Estando en mi cuarto frente al espejo, me golpeaba, castigándome por no ser lo que yo misma esperaba de mí. El diálogo conmigo era: “no sirves”, “no vales nada”, “nunca serás feliz” …

Además, en el colegio, también era maltratada tanto física como psicológicamente. Fue algo tan doloroso que intenté el suicidio. No obstante, más adelante, tuve que enfrentarme a algo más fuerte aún: ser madre. Eso me motivó a buscar otra alternativa para mí y llegué al Templo de los Milagros.

Aquí comprendí que, con Dios, de verdad las cosas toman un rumbo diferente. Le hallé sentido a la vida, descubrí el amor por mí misma. Ya no siento la necesidad de morir, ha valido la pena seguir viva porque así puedo constatar que cuando nos acercamos al Señor Jesús y nos dejamos moldear, Él transforma nuestra vida por completo.» -Alma Vega

Lea también: Él se alejó de todos y se hundió en la oscuridad

Más historias en Yo era depresivo

Share This Article