«Estaba perdiendo la visión: mis ojos me lagrimeaban todo el tiempo, veía borroso y no distinguía los colores ni a las personas. A causa de ello, me caí en 2 ocasiones y ya no quise salir. Estaba deprimida, nada más comía y dormía.
Acudí con un brujo, pero empeoré al grado de casi perder la vista por completo. Al ir al especialista me dijo que debía operarme porque tenía cataratas, pero yo tenía miedo porque mi exsuegra había muerto después de una cirugía.
Tras 6 meses sufriendo llegué a la Universal. Desde el primer momento sentí mejoría en mi visión, por ello comencé a asistir a las oraciones de los Casos Imposibles. A la par tomaba el agua consagrada y me lavaba los ojos con ella, para que, a través de mi fe, el Señor me sanara.
Poco a poco vi resultados, incluso me ajustaron la graduación de mis lentes porque iba recuperando la visión. Al mismo tiempo me fui acercando más a Dios, y decidí obedecer Su Palabra, por ello solté todo mi pasado y los malos sentimientos que guardaba en mi interior. Hoy aparte de mi sanidad, el Señor me da paz, amor y tranquilidad.» -Iraís Sánchez
Casos Imposibles
¿Tienes una causa en la justicia sin solución? ¿Te han dicho que para tu situación no hay salida? ¿Los problemas que te rodean parecen imposibles de vencer?
Entonces, participa todos los sábados en la reunión del Ayuno de los Casos Imposibles. Te esperamos, especialmente a las 7:30 a. m., en el Templo de los Milagros, ubicado en Avenida Revolución núm. 253, col. Tacubaya, en la Ciudad de México. O en la Universal más cercana a tu domicilio.
(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, sin demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.