El músico Dave Grohl, líder de la banda Foo Fighters, tuvo otro accidente en el escenario. Esta vez el cantante, borracho, sufrió una caída tras ingerir de golpe una lata completa de cerveza.
Grohl recibió la bebida de alguien que veía el show en medio del público. Al intentar beber sin utilizar las manos, derramó la cerveza sobre un amplificador. El cantante, entonces, dejó de tocar su guitarra, tomó la lata e intentó volver al palco.
Cabe recordar que, desde hace más de dos años, Grohl tuvo una caída similar. En ese entonces, él se rompió una de las piernas, lo cual hizo que la banda cancelara gran parte de su gira en Europa.
Desde aquella ocasión, el cantante ebrio no tuvo daños físicos mayores.
El cantante ebrio da el ejemplo de lo que no hay que hacer
Dave Grohl obtuvo éxito en la música al ser el baterista del grupo Nirvana. El vocalista de esa banda, Kurt Cobain, se suicidó a consecuencia de la adicción. Tras huir de una clínica de rehabilitación, Cobain se disparó en la cabeza, dejando atrás al grupo, la esposa y una hija recién nacida.
Pero ni esa ni otras experiencias traumáticas hicieron que Grohl quedara fuera de las drogas. Aunque afirma que nunca usó las más pesadas, el cantante no abandona el alcohol y durante mucho tiempo se mantuvo adicto a la marihuana.
Aun así, Grohl afirma que no es alcohólico. Pero, al beber, es capaz de sufrir accidentes como lo ocurrido en Las Vegas. Si Grohl conoce las consecuencias que el alcohol conlleva, entonces, ¿por qué continua?
¿Qué es el vicio y cómo liberarse de este?
El autor del libro, La última piedra, del obispo Rogerio Formigoni, explica que “el vicio es toda acción repetitiva que hace daño”.
Grohl, como otros, ya sufrió innumerables daños por culpa de la bebida. Pero continúa bebiendo. ¿Eso no sería un vicio?
“Todo adicto afirmará que no es adicto, que solo es un usuario y que se detendrá cuando quiera”, explica el obispo.
El problema es que “el vicio quita la dignidad, el vicio quita el afecto por la familia, el vicio quita la identidad propia”. Con esto vienen diversos alteraciones: como pérdidas sentimentales y financieras.
Aunque la persona crea tener el control, en el momento que inicia la práctica de su vicio, sea cual sea, le entrega el control al espíritu del vicio. Ahí es donde surgen los perjuicios.
“El vicio es un espíritu que domina su mente, que domina sus pensamientos, que habla a través de su boca, que le dice cómo tiene que actuar, cómo tiene que hablar”, explica el obispo. “Arrancando ese espíritu la mente cambia, el corazón cambia, todo cambia”.
Para encontrar ayuda y liberarse de ese espíritu del vicio, participe en la reunión de la Cura de los Vicios. Se lleva a cabo todos los domingos a las 3 de la tarde, en el Santuario de la Fe, en Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya.*El Centro de Ayuda Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este medio, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.