«Al mes de casados empezaron los problemas. Después de encontrar trabajos de brujería afuera de la casa, mi esposo enfermó, le daban fuertes dolores de cabeza y decía que sentía unos animalitos caminando en su cabeza; tenía insomnio y de la nada se alteraba y se quería ir de la casa, pero cuando reaccionaba, no sabía qué había ocurrido. Acudimos a limpias, pero no sanaba, y el especialista no encontraba nada. A causa de ello, él dejaba de trabajar y por eso empezamos a sufrir con problemas económicos.

Por la desesperación ante nuestra situación, me volví muy agresiva y llegué a cachetear a mi esposo, además comencé a ver sombras, escuchaba voces y estaba deprimida. Pero cuando falleció mi papá, fue la gota que derramó el vaso, dejé de comer y lloraba todo el tiempo porque no sabía cómo salir.
Mi mamá nos invitó a la Universal, aunque llegué con deseos de quitarme la vida, en Dios encontré el consuelo que nadie me dio. Y cuando escuche la Palabra que dice: “Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba”, yo creí que Él me podía ayudar. Empecé a usar mi fe tomando del agua consagrada y así fui recuperando las ganas de vivir. La usaba para todo, me bañaba y limpiaba la casa con ella. Al principio no entendía como se haría el milagro, pero yo creía. Comencé a asistir más a las reuniones, y cada vez oraba más y ponía en práctica Su Palabra, así dejamos las mentiras y las agresiones.
Siendo constantes con Dios, ya van tres años que mi esposo no ha vuelto a enfermarse, también, antes en casa teníamos plagas y se acabaron. Hoy entiendo que todo es gracias a la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas, con Él sí hubo un cambio total. Ahora tenemos paz, nos amamos y somos estables económicamente. Solo el Señor nos regresó a la vida, pues cuando lo buscamos y confiamos en Él, todo es posible» – Elizabeth Estrada
Consagración de los fieles
Una oportunidad para comenzar a priorizar a Dios en tu vida es la consagración de los fieles que se llevará a cabo este domingo 1 de septiembre.
Antes de que Le presentes tus primicias a Dios, echa la red; es decir, ¡haz tu parte!
Por ejemplo, llámale a ese cliente que habías perdido, presenta tu solicitud de trabajo, etc. Pues si los discípulos no hubieran echado las redes, la pesca no habría ocurrido. ¡El Señor Jesús está en el barco contigo!
Invita a tus seres queridos a participar en esta reunión y no olvides llevar tu Biblia.
La cita es este domingo, especialmente a las 10 a. m., en el Templo de los Milagros: Avenida Revolución núm. 253, colonia Tacubaya, en la CDMX. O haz clic en este enlace para conocer la ubicación de la Universal más cercana.
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