«Tenía dolores fuertes en mi estómago; me inflamaba tanto que parecía embarazada. No podía comer nada, ni algo ligero porque enseguida sufría. Consulté con varios especialistas; uno me dijo que quizás tenía parálisis intestinal y que mi vida estaba en riesgo. Me mandaron todo tipo de remedios: pastillas, jarabes, inyecciones y hierbas, pero nada funcionaba. Estaba muy deprimida e irritable; bajé de peso por la falta de alimento.
Se nos iba el dinero en cada revisión, pero justo antes de pagar otro estudio, conocí la Universal y asistí para buscar en Dios la sanidad. Usé el agua consagrada bebiéndola y aplicándola en mi vientre, creyendo que, con Dios, la enfermedad no tenía la última palabra.
El resultado fue increíble: me desinflamé y logré comer todo tipo de alimentos, incluso irritantes. Gracias a mi mejoría, ya no tuve que realizarme el examen.
Tras conseguir mi sanación mi fe creció, también mi alegría y mi paz. Hoy sé que no importa la gravedad del problema, si pongo mi vida en manos del Señor, Él va a enseñarme cómo salir adelante.» -Guadalupe Bedolla
Aprovecha esta invitación
No te pierdas esta reunión especial. Todos los miércoles, fortalece tu alma y tu espíritu con el banquete espiritual que tendremos este día, pues sin duda, al usar tu fe, saldrás lleno de la presencia de Dios.
Te esperamos especialmente a las 7 p. m., en Av. Revolución # 253, col. Tacubaya, alc. Miguel Hidalgo, CDMX. O en la Universal más cercana.