Conocer al Señor Jesús es una jornada que nunca tendrá fin. Hay tanta belleza en Su carácter y en Sus atributos que los hijos pasarán toda la eternidad descubriendo facetas brillantes de la naturaleza del Hijo de Dios. ¡Esa será nuestra mayor y mejor jornada! La jornada eterna e inagotable de sumergirse para ver y conocer al SEÑOR en Su Plenitud.
Pero, como Él es infinito, eso significa que no toda la eternidad será suficiente para tal proeza, ¿no es así?
¿Quién desea y se prepara para este viaje?
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