Domingo 8 de junio: ¡el gran día de Pentecostés!

Departamento Web 2
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La fe que mueve, transforma y sostiene, se basa en 3 acontecimientos fundamentales: la crucifixión, la resurrección y el Pentecostés. Estos eventos forman el fundamento de la fe cristiana, que no depende de ideas o tradiciones, sino de hechos históricos, espirituales y eternos. En total, son 50 días que transcurren entre la resurrección y la venida del Espíritu Santo, y que recientemente en la Universal han representado una verdadera transformación.

Este período fue una preparación para la mayor promesa de Jesús: la venida del Espíritu Santo, quien sellará la verdadera fe cristiana y transformará la vida de todos los que creen. Es en esta fe que el 8 de junio, día de Pentecostés, se llevará cabo una reunión especial en todas las Universal para quien quiere esa promesa cumplida en su vida.

La resurrección: La victoria sobre la muerte

  • La muerte de Jesús fue el primer acontecimiento importante. En la cruz, Él no solo sufrió, sino que asumió la culpa, la maldición y la condenación del pecado de la humanidad. Su muerte fue sustitutiva: Él tomó nuestro lugar. Así, quien cree y vive esa fe encuentra liberación, perdón y salvación.
  • 3 días después, ocurrió el segundo acontecimiento: la resurrección. Jesús venció la muerte, porque esta no tenía poder sobre Él. No había pecado en Su vida. Fue considerado inocente y, por eso, la muerte no pudo retenerlo. Su resurrección no solo probó que Él es el Hijo de Dios, sino que también garantizó la esperanza eterna para todos los que creen.
  • La fe cristiana, por lo tanto, no se limita a la tumba vacía. El tercer y decisivo momento ocurrió 50 días después de la Pascua, en el Día de Pentecostés. Ese día se cumplió la promesa del Padre: el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos, transformando a hombres comunes en testigos vivos del poder de Dios. Fue entonces cuando nació la Iglesia y comenzó la misión de llevar esta fe a todas las naciones.

Una jornada de fe hasta el Pentecostés

Jesús se presentó con pruebas infalibles durante 40 días antes de ascender al cielo. Durante ese tiempo, estaba preparando a los discípulos para el descenso del Espíritu Santo. Jesús sabía que, para cumplir con el llamado y vencer al mundo, los discípulos necesitaban más que conocimiento o valentía, necesitaban estar llenos del Espíritu de Dios.

El Espíritu Santo es todo lo que las personas necesitan, pero también debe ser todo lo que más desean. No es un «extra» en la vida cristiana: es el propio Dios habitando dentro del ser humano. Y cuando hay sed, entrega y prioridad, entonces llega el bautismo con el Espíritu Santo.

Por eso, a poco tiempo del gran Día de Pentecostés, el 8 de junio, todos están invitados a buscar la mayor dádiva de Dios, Su propio Espíritu habitando dentro de nosotros. Te esperamos especialmente a las 10 a. m. en el Templo de los Milagros: Av. Revolución # 253, col. Tacubaya. O bien, en la Universal más cercana (para localizarla haz clic aquí). Prepara tus cosas un día antes para evitar contratiempos y así te mantengas en espíritu de oración.

Y para cerrar el día con broche de oro, a las 6 p. m., en el Santuario de Av. Yucatán # 160, te invitamos a participar en el Salmos in Concert, un evento inédito en la historia de la Universal.

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