22 de septiembre: el Día del Cambio de Pensamiento

Departamento Web 2
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La depresión ha devastado la vida de muchas personas en todo el mundo, haciendo que pierdan relaciones, trabajo, familia, dinero, dignidad y paz. Muchos harían cualquier cosa para dejar de sentir el dolor que pesa sobre su alma y para aliviar el tormento en sus pensamientos con ideas como «no le importo a nadie», «lo mejor sería que desapareciera», «estoy acabado», «ya no tengo fuerzas para luchar», y un largo etcétera. Sin darse cuenta de que, justamente, alimentar esos pensamientos es una de las causas de su conflicto interior. 

Sin embargo, es posible poner fin a ese dolor y recuperar todo lo que fue perdido a causa de la depresión, de la mano de Dios. Cuando una persona permite que Su Espíritu transforme sus pensamientos, no solo recibe fuerza y ganas de vivir, sino que también elimina cualquier otro mal en su vida y alcanza la verdadera felicidad. Para ello, solo es necesario que decida buscar al Altísimo y, con sinceridad, pedir Su ayuda.

Así que, si por tus propios medios o esfuerzos no has logrado controlar tus pensamientos, si tu mente es invadida constantemente por pensamientos destructivos, este domingo 22 de septiembre se llevará a cabo una reunión especial para todo aquel que quiere lograr esta transformación interior.

Te esperamos en el encuentro: El Día del Cambio de Pensamiento. Se llevará a cabo especialmente a las 10 a. m. en el Templo de los Milagros: Av. Revolución # 253, col. Tacubaya. O bien, participa en la Universal más cercana, haz clic aquí para localizarla.

Tuvieron un cambio de pensamiento y sus vidas se transformaron

Ellas se enfrentaron a la enfermedad del alma, se sentían encadenadas por dentro, sin embargo, lograron liberarse del mal del siglo…

«Deseaba la muerte de mi papá» 

«Tras la separación de mis padres entré en una fuerte depresión. Intenté llenar con fiestas el vacío que sentía, quedaba inconsciente por tanto alcohol, sin embargo, al llegar a casa la tristeza seguía; y una voz me pedía terminar con mi vida. Deseaba la muerte de mi papá y en ocasiones lo agredía, cuando lo demandé perdimos contacto durante años; no lo perdonaba por estar con otra mujer.  

Todo empeoró cuando mi mamá y mi hermana se fueron de la casa, me quedé sola con más depresión. En ese momento mi abuela me invitó a la Universal, ahí aprendí que Dios hace nuevas todas las cosas y creí en Su Palabra. Fue difícil dejar las fiestas y distanciarme de quienes me impedían seguir los caminos de Dios, pero si quería un cambio, necesitaba tomar con seriedad esta decisión.  

Aunque los problemas y las tentaciones continuaban, perseveré con fe hasta recibir el Espíritu Santo. Solo Él llenó el vacío de mi interior, transformó mi interior y me guio para perdonar a mi papá; hoy soy feliz cuando estoy con él. También me fortaleció y cambió mi forma de pensar. Ahora me valoro a mí misma y sé que tanto Dios como mi familia me aman.» -Alicia Miranda 

«A pesar de tener éxito laboral, la depresión continuaba» 

«Desde niña sufrí depresión y, al crecer, viví con alguien que me decía que no servía para nada, en una ocasión intenté clavarle unas tijeras mientras me asfixiaba. Regresé a casa de mis papás con más depresión, quise quitarme la vida con pastillas. Después tuve éxito laboral, pero la tristeza continuó; nadie me ayudaba, ni los especialistas, ni los brujos. Aunque mi mamá me hablaba de Dios, no la escuchaba porque pensaba que no era para mí, sin embargo, después de atentar otra vez contra mi vida, asistí a la Universal. 

Llorando fui al Altar y reconocí que había tomado malas decisiones intentando hacer mi voluntad. Al escuchar que los planes del Señor siempre se cumplían, decidí confiar en Él y obedecer Su Palabra. Así, perseverando en mi fe, me quitó por siempre la depresión. Después me bendijo con Su Espíritu, Él es quien me da lucidez para continuar, incluso me dio fuerzas para soportar pérdidas, como la muerte de mi padre. En verdad el Espíritu Santo cambió mi mentalidad, pues lo que antes veía como un problema grave, hoy lo puedo superar luchando con Él: me hizo una mujer fuerte.» -Lucía Orizaga 

(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, sin demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.

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